Cada 29 de septiembre la Iglesia Católica celebra la fiesta de tres Santos Arcángeles: San Miguel, San Gabriel y San Rafael.
De todos los espíritus celestes, son los únicos de los que sabemos el nombre y sobre los que tenemos algunas referencias biográficas, de quienes la Sagrada Escritura revela misiones singulares y que, sirviendo Dios día y noche, y contemplando su rostro, a Él glorifican sin cesar.
En el Antiguo Testamento, San Gabriel Arcángel “la fuerza de Dios”, aparece en el libro sagrado de Daniel explicándole al profeta una visión del carnero y el chivo (Dn. 8), así como instruyéndolo en las cosas futuras (Dn. 9,21-27). En los Evangelios, San Lucas (1,11-20) lo menciona anunciando a Zacarías el nacimiento de San Juan Bautista y a María (Lc. 1,26-38) que concebiría y daría a luz a Jesús.
San Gabriel Arcángel es conocido como el “ángel mensajero”, se le representa con una vara de perfumada azucena y es patrono de las comunicaciones y de los comunicadores porque trajo al mundo la más bella noticia con la Anunciación.
El único libro sagrado que menciona a San Rafael Arcángel “Dios te sana”, es el de Tobías y figura en varios capítulos. Allí se lee que Dios envía a este Arcángel para que acompañe a Tobías en un viaje, en el que se casó con Sara.
De igual manera San Rafael le indicó a Tobías cómo devolverle la vista a su padre. Por esta razón es invocado para alejar enfermedades y lograr terminar felizmente los viajes.
El nombre del Arcángel San Miguel viene del hebreo “Mija-El” que significa “¿Quién como Dios?” y que, según la tradición, fue el grito de guerra en defensa de los derechos de Dios cuando Lucifer se opuso a los planes salvíficos y de amor del Creador.
La Iglesia Católica ha tenido siempre una gran devoción al Arcángel San Miguel, especialmente para pedirle que nos libre de los ataques del demonio y de los espíritus infernales. Se le suele representar con el traje de guerrero o soldado centurión poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo.
El cuadro de azulejos con los tres Arcángeles lo encontramos en el tránsito de la entrada de San Juan del Hospital, las esculturas de los Arcángeles en la Capilla de Santa Bárbara al igual que al Ángel Custodio de la Ciudad de Valencia.