EL CINE SARE

En 1966 el Arzobispo de Valencia, D. Marcelino Olaechea encargó, a los sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei, que se hicieran cargo de la Iglesia de San Juan del Hospital en el casco antiguo de la ciudad, que por entonces no tenía culto y se usaba para diversos fines del arzobispado: como escuela de sordomudos, cursillos de cristiandad, residencia en algunas habitaciones adaptadas sobre la propia construcción y, para algo más singular: como Cine.

Era la época en la que los universitarios demandaban una apertura mayor a la filmografía extranjera. Si bien es cierto que, en algún momento y en horarios especiales, se usaba para el público infantil del mismo modo que el cine del Colegio de los Niños de San Vicente o del Colegio de Dominicos, el cine SARE nació como alternativa a los cines de Arte y Ensayo que comenzaban a aparecer.

El SEU universitario se responsabilizó de ello, y así comenzaron a proyectarse películas de nuevos directores como Ingmar Bergman, Hitchcock, Vidor o Vajda. Surgiendo tras el pase del film, entre el público joven que asistía, un debate interesante y a veces apasionado. En las reseñas de periódicos de aquella época vemos los anuncios de películas como Psicosis, El Séptimo sello o El Manantial.

La nave de la iglesia tuvo que ser acondicionada para ello. En el presbiterio, un gran telón que una empresa de textiles instaló, ocultaba el altar de escayolas y jaspes del s. XVIII, obra de José Domínguez (curiosamente fue el primer altar construido bajo las normas anti-incendios promulgadas por entonces); la capilla central en el fondo de la nave fue tabicada, los arcos desmontados y una enorme máquina de proyección se instaló en ella. Una pequeña ventanita hacía las veces de taquilla.

Las 8 capillas laterales fueron cerradas por paneles tapizados que aislaran y favorecieran la acústica. En mis recuerdos de estudiante y asistencia a las sesiones del cine Sare, hay un falso techo blanco que ocultaba la bóveda centenaria y lo hacía parecer un almacén de grandes dimensiones.

Las butacas eran nuevas y cómodas, y sustituyeron a las viejas sillas de enea; en el descanso se podía comprar merienda en la pequeña cantina o bar instalado en la sacristía anexa a la Capilla de Sta. Bárbara. En un ángulo, haciendo las veces de fuente, un aguamanil en mármol negro con la cruz de Malta esperaba su traslado.

La entrada al recinto se efectuaba por un pasillo que daba a la calle del Milagro, que durante muchos años fue la entrada al conjunto histórico, ya que lo que es actualmente El Tránsito y parte más antigua de la edificación, se hallaba ocupada como vivienda.

Cuando en enero de 1967, se comenzaron los trabajos de recuperación de la iglesia, todo esto desapareció. El cine Sare se trasladó cerca de la Plaza de San Bult, con el nombre de cine Sipe.

Margarita Ordeig Corsini
Directora técnica del Museo del Conjunto Hospitalario de San Juan del Hospital de Valencia