Unas de las páginas más bellas, escritas sobre San Juan del Hospital de Valencia, se las debemos al escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez.

En una antología sobre los autores de final del s. XIX y principio del XX, se seleccionan las páginas o capítulos mejores de alguna de sus obras. Del prolífico Blasco Ibáñez está seleccionado el primer capítulo de su obra “Mare Nostrum”. Una entrañable narración a través de los recuerdos de un niño.

Comienza así: “Sus primeros amores fueron con una emperatriz… él tenía diez años, la emperatriz seiscientos.”

Y durante ese primer capítulo desfilan por sus renglones los personajes más singulares, emperadores de Bizancio, freires de hábito negro, cofrades de una santa oriental…

La editorial Prometeo, dirigida por Fernando Llorca Díe, yerno de Blasco Ibáñez, publicó la obra en el año 1919. Más tarde se realizó una película con el mismo nombre: “Mare Nostrum”, nuestro mar mediterráneo. Nuestro tranquilo y hermoso mar, cuna de la civilización que aún perdura. En aquel entonces, en aquella novela, escenario de guerra; premonición de la que unos años después estallaría con violencia.

San Juan del Hospital guarda la sepultura y el recuerdo de aquella emperatriz, que marcó la vida de aquel niño hasta el final: Consatnza Hohenstaufen, emperatriz de los Griegos, como a ella le gustaba denominarse y así figura en sus documentos, vive en las páginas de ésta novela que guardamos como un tesoro.

Margarita Ordeig Corsini
Directora técnica del Museo del Conjunto Hospitalario de San Juan del Hospital de Valencia