El próximo miércoles 14 de febrero es Miércoles de Ceniza y comienza la Cuaresma. Se impondrá la ceniza en todas las Misa de San Juan del Hospital en este día. Es un día en que los cristianos vivimos el ayuno (tomar una sola comida fuerte al día y 2 ligeras) y la abstinencia (no comer carne). El color morado de la liturgia recuerda que estamos en tiempo de arrepentimiento y conversión.
La fiesta más importante de la fe cristiana es la Resurrección de Cristo y la Iglesia se prepara para esta gran celebración en un ambiente de oración, conversión, ayuno y solidaridad con los más necesitados (en forma de limosna o con otros gestos). Esta preparación dura 40 días y se llama «cuaresma». Jesucristo se preparó para su vida pública con 40 días de ayuno y oración.
Al inicio de la Cuaresma se recuerda que nuestra vida es pasajera y fugaz, y al desaparecer nuestro cuerpo permanecerán sólo nuestras buenas obras, sin centrarnos en las cosas materiales. Se trata de reconocer lo que está mal en nuestra vida (mediante el examen de conciencia) para corregirlo, y apoyarnos en las obras buenas. De la oración viene la «conversión»: cambiar de rumbo y volver a recuperar el camino. Por eso el Sacramento de la Penitencia nos ayuda especialmente a volver a Dios mediante la conversión y la reparación por nuestros pecados.
Podéis acceder desde aquí al Mensaje de Cuaresma 2018 del Papa Francisco.