NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DEL MILAGRO, ADVOCACIÓN CENTENARIA EN EL CONJUNTO DE SAN JUAN DEL HOSPITAL DE VALENCIA. S. XIII
En octubre de 1238 Jaime I hace su entrada en la ciudad de Valencia. Le acompañan todos los estamentos que formaban la Corte y gobierno del Reino de Aragón. Entre ellos los representantes de las Ordenes militares del Temple, Santo Sepulcro y del Hospital de San Juan de Jerusalén.
A estos últimos les concede el Rey, frente a la Puerta de la Xerea: “las casas y moradas de Azach Abunbedel… y las eras que las circundan…”, tal y como figura en el LLibre del Repartiment.
De estas edificaciones árabes aún quedan en pie algunos muros, en la primitiva entrada al recinto. Es en este mismo espacio donde se hallaba el acceso, bajo un arco, a la Capilla de la Virgen del Milagro. Es un pequeño recinto de fábrica románica, techada con bóveda de cañón cruzado y tabicada; adosada a ésta, una pequeñísima sacristía con ladrillos a soga en la bóveda y de incipiente ojiva.
Muy importante es el documento del año 1254 encontrado en el Archivo del Reino, en el cual figura que un tal Dalmau, Caballero del Hospital, pidió ser enterrado en la capilla de Nuestra Señora del Milagro, pagando la iluminación y conservación del altar de la Virgen… en él Tránsito de San Juan del Hospital.
¡En 1254!. Es el testimonio más antiguo escrito, que autentifica la existencia de la imagen y la ubica en el primer recinto hospitalario.
La imagen es una talla en piedra, de poca altura para facilitar su traslado. Su estilo es el propio que en aquellos momentos iba atravesando los Pirineos, procedente de las nuevas corrientes europeas: menor rigidez, mayor movilidad de la figura del Niño Jesús, el pomo en la mano y la incipiente y difícil sonrisa de María.
La Cofradía fue constituida y aprobada por el Obispo D. Hugo de Fenollet el 30 de abril de 1356, e inserta en el Real Privilegio de 10 de junio de 1371, por el Rey Pedro IV.
Respecto al culto establecido para la advocación de Nuestra Señora del Milagro, la sede episcopal levantina le otorgó festividad y misa propia. En el Misal de la Catedral de Valencia de 1509, fol. 352, se halla el texto de la “Missa Sancte Marie sub título Miráculi”.
Alfonso del Castillo de Solórzano en su obra: “Sagrarios de Valencia” impreso en 1635, dice: “…como prueba de lo estimada que era el Papa Adriano VI le concedió, en 1522, la gracia, entonces no prodigada, de Indulgencia Plenaria al que rezara ante la imagen aunque fuera una sencilla jaculatoria.”
La Virgen fue llamada así por un milagro que sucedió en el Tránsito y acabó en el convento de Predicadores, en la tumba de San Luis Beltrán, y que relata Marco A. de Orellana, afirmando que la imagen recibió el título de “Nuestra Señora del Milagro” desde entonces y mucho antes de que se popularizara el llamar así a la Virgen de la Seo, por el milagro acaecido en 1556.
Posteriormente Teixidor cuenta que los siglos XVI y XVII fueron de gran auge en la cofradía; tanto es así que el 20 de septiembre de 1640 se hace, “un inventario de las joyas y ropas de la imagen, por la mucha devoción que el pueblo le tiene”. (ARV)
En la zona navarro-aragonesa se conservan esculturas de parecida factura románico-gótica, sobre todo en localizaciones que fueron de la Orden de San Juan de Jerusalén, como Sangüesa, Sos del Rey Católico…etc.
También un dato curioso e interesante es el siguiente: Lope de Vega nombra a Nuestra Señora del Milagro en una de sus obras: (Copia del texto de la obra, en el Archivo de la Universidad de la Nao, Valencia)
En 1850 se desamortizaron las órdenes militares y con ello el Conjunto de San Juan del Hospital (ya dañado por los bombardeos de los franceses) sufrió abandono y usos diversos. En 1905 se traslada la titularidad con los bienes y el archivo a la nueva parroquia de San Juan Bautista y San Vicente Ferrer en el ensanche.
Nuestra Señora del Milagro pasó de su capillita tradicional al presbiterio de la nueva iglesia. Durante la contienda civil desaparece y es encontrada posteriormente en el Museo diocesano, que acogió a tanta imagen dispersa y destruida. También la escultura medieval de la Virgen del Milagro estaba rota. Faltaba el Niño Jesús y el brazo derecho y la corona estaba golpeada y con roturas.
En las fotografías que se adjuntan puede verse: la antigua fotografía de la escultura de la Virgen, tomada de la tesis de Fernando LLorca Die, a principio del siglo XX. Otra fotografía de su estado en la década de los 60, tomada en el Museo Diocesano de Valencia y la imagen actual que preside la iglesia, obra del escultor José Esteve Edó en la década de los setenta.
Dentro del concepto de intentar devolver, a todo el conjunto sanjuanista, sus características históricas, por una parte, y dotarla de fondos museísticos y litúrgicos por otra, adquiere especial relevancia, dentro de los considerados “fondos muebles”, la escultura primitiva de la Virgen del Milagro. La pieza más antigua quizá del conjunto y de las pocas que se tienen documentadas de la Valencia contemporánea al Rey D. Jaime.
Ahora bien, la imagen dañada, se encuentra en el Museo de la Seo desde hace décadas. Su estructura abierta en el brazo derecho y zona superior de la rodilla, y en la cabeza, es previsible que absorbiera más humedad de la que conviene y no debe salir de su actual ubicación.
Su lugar expositivo en el recinto de San Juan del Hospital sería la capilla Hospitalario-funeraria en el Patio sur o zona del cementerio medieval; puesto que la antiquísima capillita de su advocación en él Tránsito, ha desparecido como tal, y además, estéticamente, la escultura es pequeña para ocupar el presbiterio de la iglesia.
Por ello D. Carlos Cremades, rector del templo y D. Augusto Cruañes tuvieron una gran idea.
La capilla hospitalario-funeraria, también llamada del Rey D. Jaime, por tradición, es contemporánea a la imagen. Toda la zona sur del conjunto histórico, del s. XIII-XIV, está siendo recuperada con la mayor fidelidad posible a lo que fue antaño, tanto en su edificación como en los elementos representativos de la tradición funeraria, hallados en el subsuelo o usados como piezas constructivas posteriormente.
Así que les pareció apropiado para su difusión y conocimiento y para el culto, ubicar una imagen de Nuestra Señora del Milagro en esta capilla tan visitada, planteando una fiel reproducción de la escultura antigua.
Hay que tener en cuenta un dato muy significativo: la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén se fundó para atención de los peregrinos, enfermos y desvalidos, que llegaban a Jerusalén; pero con el trascurso de los años y pérdida de Tierra Santa, sus obligaciones incluyeron la atención y sepultura de indigentes y ajusticiados que no tenían familiares ni a nadie que se hiciera cargo de ello.
Así figura en su “consuetudine” del s. XII-XIII, (recopilación de deberes y obligaciones de los fréires y caballeros); siempre situados bajo el amparo de la Virgen. También en San Juan desde el primer momento. Dos siglos después, en Valencia, esa obligación de amparo y atención a los inocentes y ajusticiados, ocupándose de su sepelio, pasaría a nuestra patrona la Virgen de los Desamparados. En recuerdo de ello, la ubicación de Nuestra Señora del Milagro, en el área cementerial, parece muy adecuada.
Tras la consulta a los responsables de los fondos del museo Diocesano, para obtener el permiso de realizar mediciones sobre la escultura original, se contrató a un taller de escultura para efectuarlas.
Los profesionales que llevarían a cabo la réplica de la escultura (Lola Climent y Juan Carlos Ferri del Taller “Tall Scan 3D” en Guadassuar), han tomado datos informatizados con los medios más modernos de medición actuales: por puntos con láser. La figura será tallada en piedra, con la exactitud de los datos del ordenador que dirige el trabajo, y luego desbastada y pulida, con medios técnicos muy específicos, que aseguran la perfecta reproducción. La restauradora Mar Sabaté, profesional en tratar policromías y protección de la piedra, se hará cargo de la imagen posteriormente.
Dadas las numerosas visitas, sobre todo de escolares y universitarios, se van a imprimir paneles con el procedimiento escultórico llevado a cabo y con la información histórica que se conoce sobre esta escultura centenaria. También monitores con el trabajo realizado paso a paso, para explicar didácticamente la ejecución en piedra de Nuestra Señora la Virgen del Milagro y su policromía.
Acojámonos a su protección en estos momentos tan singulares y complicados. (Y encomendemos a nuestro querido D. Augusto que tanto la amaba)
GALERÍA FOTOGRÁFICA:
VIDEO: LA RÉPLICA DE LA VIRGEN DEL MILAGRO LLEGA A SAN JUAN (2017)