Un serafín y un querubín sobrevuelan el interior de la iglesia de San Juan del Hospital, tres arcángeles lo guardan y cientos de angelitos les acompañan.

Entrad, entrad en la capilla de Santa Bárbara. Hacia donde os volváis veréis ángeles: Miguel, Gabriel y Rafael, los tres arcángeles en sus hornacinas. Y muchos más en el retablo, en los esgrafiados, las escayolas barrocas y en el gran óleo de la Virgen de los Desamparados, inmersos en pleno trabajo de recrear su imagen para el pueblo valenciano. Y uno más, el ángel Guardián de Valencia, con el escudo de la ciudad en sus manos.

Pero además de todos ellos hay dos más, que sobrevuelan por el interior, son singulares: Un seraDetalle pinturas capilla lateral izquierda 2fín, en la capilla de San Miguel y un querubín en la de Santa Bárbara.

No, no es San Miguel Arcángel, que también se aprecia pintado en el muro este de la capilla, con el estandarte de la milicia de San Juan de Jerusalén en una mano y sosteniendo en la otra la balanza que pesa las acciones de los hombres. No. Es el pequeño y sonriente serafín que, con un dardo en la mano, hiere de amor a la figura de la iglesia. Luego vuelve a volar. Hace 800 años que sonríe contemplando la iglesia.

Florón de la clave de Julio CapuzEl otro vuela muy alto. En la clave de la capilla barroca, en el centro de la bóveda que construyera Juan B. Pérez Castiel por 1686. Pero para ornamentar la bóveda encargaron un plafón a Julio Capuz, si, el famoso escultor. Se le pagaron diez libras, “a cuenta de la clave y florones”, en febrero de 1686.

Y Julio imaginó volando a un querubín precioso, sosteniendo en sus manos una palma. Buscaría a una niña, a Bárbara, para entregarle el premio por su fe. Lleva casi 400 años sobrevolando San Juan… y de vez en cuando ambos se encuentran. Y se ríen.

Margarita Ordeig Corsini
Directora técnica del Museo del Conjunto Hospitalario de San Juan del Hospital de Valencia