El próximo 16 de julio la Iglesia celebra la Virgen del Carmen, en España es patrona del mar y la Armada española. Se impondrá el escapulario después de todas las Misas (recordamos debajo la historia de la costumbre del Escapulario del Carmen).
Al día siguiente -domingo 17- el Consulado de Colombia en Valencia celebrará esta fiesta junto a todos los colombianos residentes en Valencia que deseen asistir, ya que tienen una particular devoción a esta advocación de la Virgen. Es el segundo año que la Iglesia de San Juan del Hospital acoge esta iniciativa, con el fin de acercar a los inmigrantes a las celebraciones de las iglesias en Valencia y compartir con ellos nuestra devoción a la Virgen.
A las 17 h habrá una Eucaristía y la celebración lúdica continuará después en el Patio Sur, donde se representarán bailes colombianos y el cónsul se dirigirá a los asistentes.
Los colombianos “tienen una gran devoción por la Virgen del Carmen, después de que los transportistas y conductores de Colombia la adoptaran como patrona por la protección e intercesión que se le atribuye en situaciones de peligro”.
LA COSTUMBRE DEL ESCAPULARIO DEL CARMEN
El escapulario del Carmen es un signo externo de devoción mariana en la esperanza de su protección maternal y consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la Orden Carmelita. El distintivo externo de esta inscripción o consagración es llevar un pequeño escapulario, que suele imponerse en tela o sustituirse por una medalla-escapulario. Esta medalla debe tener por una parte la imagen de Jesús con el Corazón, y por la otra una imagen de la Virgen. Lo mismo que los escapularios de tela, debe estar bendecida por un sacerdote.
Historia
A finales del siglo XII o principios del XIII nacía en el monte Carmelo, de Palestina, la Orden de los Carmelitas. Pronto se vieron obligados a emigrar a Occidente, y en Europa tampoco fueron muy bien recibidos por todos. Por ello, el Superior General de la Orden -Simón Stock- suplicaba con insistencia la ayuda de la Santísima Virgen. En 1251, la Virgen María, acompañada de una multitud de ángeles, se apareció a Simón Stock con el escapulario de la Orden en sus manos y le dijo: «Tú y todos los Carmelitas tendréis el privilegio de que quien muera con él no padecerá el fuego eterno»; es decir, quien muera con él, se salvará.
Privilegio sabatino
El Escapulario del Carmen, además de la promesa de salvación para quienes mueran con él, lleva también consigo el llamado privilegio sabatino.
Según la tradición, a la muerte de Clemente V (1314) y durante el cónclave -que duró dos años y tres meses-, la Santísima Virgen se apareció al Cardenal Jaime Duesa y le anunció que sería Papa con el nombre de Juan XXII, añadiendo: «Quiero que anuncies a los Carmelitas y a sus Cofrades: los que lleven puesto el Escapulario, guarden castidad conforme con su estado, y recen el oficio divino, – o los que no sepan leer se abstengan de comer carne los miércoles y sábados -, si van al purgatorio Yo haré que cuanto antes, especialmente el sábado siguiente a su muerte, sean trasladadas sus almas al cielo».
En resumen: el privilegio sabatino consiste en que la Santísima Virgen sacará del purgatorio enseguida, especialmente el sábado después de su muerte, a quienes hayan muerto con el Escapulario y durante su vida hayan guardado castidad según su estado y rezado todos los días una oración como puede ser el Rosario u otras (la Liturgia de las Horas, la abstinencia de carne los miércoles y sábados…).