El jueves 22 de febrero se celebra la festividad de la Cátedra de San Pedro, una ocasión solemne que se remonta al cuarto siglo y con la que se rinde homenaje y se celebra el primado y la autoridad de San Pedro.
Juan Pablo II recordó que «la festividad litúrgica de la Cátedra de San Pedro subraya el singular ministerio que el Señor confió al jefe de los apóstoles, de confirmar y guiar a la Iglesia en la unidad de la fe. En esto consiste el ‘ministerium petrinum’, ese servicio peculiar que el obispo de Roma está llamado a rendir a todo el pueblo cristiano. Misión indispensable, que no se basa en prerrogativas humanas, sino en Cristo mismo como piedra angular de la comunidad eclesial». «Recemos -dijo- para que la Iglesia, en la variedad de culturas, lenguas y tradiciones, sea unánime en creer y profesar las verdades de fe y de moral transmitidas por los apóstoles».
Aprovechamos esta festividad para mostraros el retablo de San Pedro que se encuentra en una de las capillas laterales de la nave central de la Iglesia, así como unas diapositivas de su restauración.
Retablo en madera de tres calles y tres cuerpos con polsera añadida en saledizo. Se compone de cuatro tablas de la misma época: las tres inferiores del mismo tamaño. La tabla central representa a San Pedro sosteniendo en sus manos las Llaves del Reino. Las otras dos de una sola pieza dividida por la crestería dorada narran la vida de Cristo:
– lateral izquierdo: La Anunciación y la Natividad.
– lateral derecho: La Ascensión al cielo y Adoración de los Magos.
La cuarta tabla de menor tamaño, situada en ático, representa a cristo en la Cruz con la Virgen y San Juan. Toda la iconografía de gran encanto, por su ingenuidad pietista.
Policromía estofada con relieve en oro al estilo castellano de Berruguete.
La tabla en saledizo que forma la polsera o guardapolvo es posterior, del S. XVI.