Los niños de catequesis de San Juan del Hospital -como de los que se han preparado en otro lugar-, que hacen su Primera Comunión en San Juan, reciben un sobre para que cada pequeño haga un donativo de sus propios ahorros, -con el beneplácito de sus padres- (pero de su bolsillo, no de los papás o abuelitos), para ir destinado a una labor social y así ayudar a niños necesitados y compartir con ellos la alegría de recibir a Jesús por primera vez. Cada niño deposita libremente la cantidad que quiere y todos los sobres se recogen y llevan al Altar con las ofrendas del pan y del vino.
La casa-hogar de las Hijas de la Divina Providencia en Imperial – Cañete (Perú), es el proyecto al que se ha destinado los donativos de los niños.
El año pasado, los donativos recogidos se entregaron para la reconstrucción del miniconvento de las Madres Misioneras de Jesús Verbo y Víctima en el Santuario del Señor de la Ascensión de Cachuy, también en Perú.
En esta ocasión, el obispo de la Prelatura de Yauyos escribió a Don Carlos para contarle que la ayuda sería dirigida a dicha casa-hogar, atendida por las Hijas de la Divina Providencia, ya que estaban muy escasas de recursos.
Recientemente nos ha llegado una carta de las religiosas dando las gracias a todos los niños y sus padres de la catequesis de Primera Comunión de San Juan del Hospital y en la que describen las características, fines y necesidades de la casa-hogar donde alojan a niñas, de edades comprendidas entre los 8 y 12 años, en situación de vulnerabilidad.
GALERÍA FOTOGRÁFICA:
CARTA DE AGRADECIMIENTO: